Esto es una simple y aceptable explicación de lo que es el Par Biomagnético, es de un autor anónimo pero que nos ha gustado y hemos decidido compartirla.

Para alguien a quien se le dificulte entender los conceptos de “pH”, “alcalinidad”, “acidez”, “concentración de hidrógeno en una sustancia”, “actuaciones de los iones”, etc., es posible que, en consecuencia, se le imposibilite comprender que las mencionadas concentraciones de hidrógeno, se puedan manipular mediante la aplicación de cargas magnéticas adecuadas, y que al hacerle ese tipo de manipulaciones están variándose las concentraciones de alcalinidad o de acidez de un órgano y, en consecuencia, estamos modificando las características físico-químicas del hábitat de los gérmenes que pudieren estar alojados allí. Tanto, que los eliminamos y erradicamos de ese órgano enfermo.

Por la anterior razón, en México, Ecuador y Chile, hace unos años (pocos) cuando empezaron a verse curaciones reales y palpables derivadas de tratamientos de Biomagnetismo Médico, hubo quienes, NO PUDIENDO NEGAR LA CURACIÓN, le empezaron a atribuir el mérito a poderes sobrenaturales del terapeuta, o a asombrosos prodigios milagrosos; pero no, no es así. Desde luego que quienes ejercemos el Biomagnetismo Médico somos creyentes y muy respetuosos de Dios y de los poderes divinos; y, además, disfrutamos nuestra fascinante misión de ayudar a la gente. Pero no estamos haciendo milagros.

Igualmente, el proceso de RASTREO que se hace en el paciente, combinando la Bioenergética Médica con el Biomagnetismo Médico, despierta también pensamientos de “No entiendo…”, “Cómo pudo saber que a mí me duele esto…”, “Y cómo lo hizo…”, “Cómo sabe cuáles son los microbios que tengo…”, etc.

Aquí, tampoco son poderes sobrenaturales, ni milagros, ni cosas por el estilo. Es ciencia, física y biomagnetismo trabajando en favor de la persona enferma.

Cuando las cosas se producen y no las podemos negar porque son hechos reales y objetivos, debemos aceptar que hay un fenómeno físico, incluso controlado, que genera esos producidos así no entendamos cómo.

Por esto, a quienes desconozcan el soporte científico del Biomagnetismo Médico, les invito, con toda mi amabilidad, a no calificar ni a prejuzgar esta medicina en forma precipitada.

Para reforzar lo anterior, quiero citar un ejemplo: presumo que la mayoría de las personas normales, transeúntes comunes y corrientes, no poseen la capacidad de explicar de manera dilucidada cómo es que se produce y funciona el fenómeno de la telefonía celular. Cómo las ondas sonoras de las palabras entran en el celular y cuál es la cadena de fenómenos que ocurren alrededor de esas palabras hasta llegar al oído del lejano interlocutor en forma entendible para éste. Cualquiera no puede explicar esto. Pero, así no lo comprendamos, NO LO PODEMOS NEGAR. No nos queda otro camino que aceptar que la ciencia lo puede y que nada tiene que ver el hecho de que muchos no lo descifremos.

Con todo esto quiero manifestar que NO CONOCER, NO ENTENDER O NO COMPRENDER ALGO es apenas normal; pero eso no es fundamento para negar que algo existe y, sobre todo, que funciona.